Los suelos de cerámica acaban perdiendo su brillo debido al tráfico de personas constante, a los arañazos de las sillas o incluso a la luz que entra por las ventanas; todos estos son, sin duda, los efectos de una casa cuyos habitantes se mueven de un lado a otro.
Sin embargo, siempre llega un momento en que nuestros salones, pasillos o habitaciones necesitan un tratamiento porque parecen no tener vida. Un piso aburrido es como una casa con un aire sombrío que enturbia el ambiente.
Sin embargo, cuando se trata de restaurar el suelo de cerámica, debemos recordar que necesitaremos invertir tiempo y dinero. Sabemos que hay muchos productos comerciales destinados a recuperar o mantener estas superficies.
En este caso, te aconsejamos que empieces por probar sencillos consejos naturales que, además de ser baratos, consiguen buenos resultados.
De hecho, para abrillantar nuestros suelos, no tenemos que utilizar necesariamente productos químicos; existen excelentes soluciones naturales que podemos utilizar cuando sea necesario para mantener limpias nuestras habitaciones.
Para la limpieza de su hogar, le recomendamos que tenga siempre a mano ingredientes como el vinagre, el bicarbonato de sodio, el limón, el peróxido de hidrógeno, el alcohol y los aceites esenciales.
Dependiendo de la situación, y después de algunas pruebas, es posible que se encuentre mejor con uno o más de estos remedios que con los otros.
A continuación, le ofrecemos varios consejos para aprender a pulir un suelo de cerámica.
Los suelos de cerámica se utilizan en muchos hogares y para mantenerlos en buen estado es necesario, una vez más, dedicarles tiempo: al menos una vez a la semana.
Para llevar a cabo el cuidado semanal seguiremos los mismos procedimientos que para el suelo de gravilla, empezando por un barrido y lavado a fondo con agua y jabón neutro. A continuación, comenzaremos a pulir utilizando:
1 cubo de agua
5 cucharadas de vinagre blanco (50 ml)
2 cucharadas de bicarbonato de sodio (20 g)
Después de mezclar todos los ingredientes en el cubo de agua, empieza a fregar suavemente el suelo. De este modo, conseguirá un brillo extraordinario.
Pulir los suelos no siempre es un trabajo fácil; a menudo, sobre todo con los suelos dañados, requiere cierta experiencia para hacerlo correctamente. Si no quiere probar su mano en este trabajo porque cree que no sabe lo suficiente sobre cómo pulir su suelo correctamente, siempre puede contratar a un profesional para que haga el trabajo por usted.